El contenido de la nota de la Comisión Ejecutiva de la CEE, publicada el 5 de abril de 2020, pone de manifiesto la difícil prueba por la que estamos pasando todos, pero, especialmente, aquellas personas enfermas a consecuencia del Covid-19. Por eso, tanto los enfermos como sus familias, así como los profesionales de la salud y los equipos de investigación, o las personas mayores que viven en residencias, son objetivo prioritario en sus plegarias.
Una mayor presencia de los familiares y la debida asistencia espiritual a aquellos enfermos terminales, es una de las peticiones que hace la Conferencia. Y destaca, la disponibilidad de los presbíteros y agentes de pastoral para acompañar y sostener a las familias en el duelo con la esperanza cristiana.
Su apoyo y reconocimiento es trasladado a las familias, principal apoyo en toda circunstancia, a los voluntarios, fuerzas y cuerpos de seguridad, bomberos, transporte sanitario, farmacéuticos, empresas y a los trabajadores de servicios básicos.
Sin olvidar como la pandemia, «agrava el sufrimiento de los más vulnerables, empobrecidos y en riesgo de exclusión», destaca el trabajo de Cáritas diocesana y parroquial, junto a las instituciones de la Iglesia y entidades sociales, siempre atentas a las necesidades de los demás.
Les invito a leer la totalidad de la nota publicada por la CEE, porque es, sobre todo, una llamada a la esperanza, fundada en la resurrección del Señor y en su promesa: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).